Junto con la multa, Microsoft deberá obedecer en un plazo de 60 días una prescripción en la que se prohibe vender tanto Word como Office (a pesar de que Excel y PowerPoint no están en conflicto), además de prohibir cualquier clase de prueba, demostración o publicidad de productos mientras posean la función XML.
Para su apelación, Microsoft presentó un documento en el que destaca cuatro puntos por los cuales la corte debería dejar de lado la prescripción: 1) La corte del distrito cometió numerosos errores legales, 2) Microsoft sufrirá un daño irreparable por una prescripción que tiene el potencial de quitar su producto insignia del mercado durante meses, 3) i4i, cuyo producto principal es un agregado para Word, no se verá perjudicada por una petición de anulación, y 4) El público en general sufrirá de forma muy dura si los siempre presentes Word y Office se ausentaran del mercado por cualquier período.
Microsoft aún tiene tiempo como para elaborar una respuesta legal adecuada, o una opción técnica que le permitiera quitar el soporte XML de sus productos. Sin embargo, existe otra opción que probablemente esté siendo tenida en cuenta, debido al trabajo titánico que sería crear un parche dinámico que quite el soporte XML de cada copia de Word existente: Llegar a un acuerdo fuera de la corte. Es verdad que esto representará un gasto aún mayor para Microsoft, pero la simple idea de que una de las funciones clave de Word deba ser extirpada por una cuestión de patentes, es mucho más perturbadora.
De hecho, habría muy pocas razones para comprar Word 2007 si debiera regresar al clásico formato .DOC de las versiones anteriores. Tanto Microsoft como sus socios comerciales, el público consumidor, y todo el entorno empresarial podría verse afectado ante una quita de Word del mercado y una posterior modificación. Será cuestión de tiempo para ver quién tiene la última palabra, o para ver de cuánto es el cheque firmado sobre la mesa...